Misioneros Urbanos


Misioneros urbanos por Gerardo Meza

Las comunidades cristianas celebramos cuando alguno de nosotros decide viajar a un lugar lejano, y llevar el mensaje de Dios a aquellos que aún no lo han oído.


Luego de esa decisión comienza un período de aprendizaje para dicha persona antes de convertirse en un misionero o misionera. Aprenderá el idioma o el dialecto en particular, investigará sobre la cultura y la historia de la región, tal vez deberá poner pausa su trabajo y sus obligaciones para luego dedicarse -full time- a la aventura que está por emprender. La iglesia local apoyará en oración, le conseguirá una beca, ofrendarán para su formación y aún para su futura estadía en aquel lugar.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando alguien de esa misma iglesia local desea involucrarse en su ciudad, pero en ambientes artísticos o deportivos? 

Ya sea en la pintura, en la música, en la danza, en la actuación, en el fútbol o en el basketball… Si desea crecer deberá concurrir a lugares donde esa rama de su vocación se desarrolla, necesitará cultivar vínculos con personas que no son necesariamente de su comunidad cristiana y deberá tocar o cantar en eventos… actuar en algún teatro o exponer sus fotos en alguna galería. Porque si desea convertirse en un profesional necesitará desarrollar su arte más allá de la iglesia.

¿No es más allá de la iglesia dónde son enviados los misioneros?


Si animamos a una persona en el proceso de misionar a un país lejano, oramos por ella, la apoyamos económicamente mientras conoce esa cultura y ese idioma. ¿Por qué no podemos afirmar a aquellos que desean misionar en las subculturas que están en nuestro propio patio trasero?

¿Quiénes llegan a las tribus del hip hop o de la música electrónica?

¿Cuántos de nosotros tenemos acceso a las salas de grabación con los artistas de élite?

¿Y a las alfombras rojas de las premiaciones más destacadas?

¿Cómo podemos entrar a los vestuarios de las estrellas del deporte?

¿Cuándo tendremos oportunidad de conversar con algún científico, concertista, bailarín, o pintor?

​Aquellos que sí pueden son los que tienen la vocación de ser auténticos misioneros urbanos. ¿Conoces alguno?