Una luz en la oscuridad
Por: Gerardo Meza.
Algunos estudiosos dicen que la estrella de Belén fue una conjunción entre Júpiter y Saturno, precisamente un escenario astronómico que vuelve a repetirse en este 2020. Otros dicen que la estrella guía de los sabios del oriente pudo haber sido un cometa, y así podemos seguir describiendo más especulaciones. Lo cierto es que una luz brilló en la oscuridad. En la penumbra de un mundo roto se encendió la luz de Cristo, el Mesías prometido, el hijo de Dios viniendo como el hijo del hombre.
Juan escribe acerca de Cristo: “…En él estaba la vida, y la vida era también la luz de la humanidad. Esta luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad no puede apagarla…”
Unos humildes pastores fueron de los primeros en recibir la gran noticia, mientras que el Tetrarca Herodes al conocer la novedad se enfureció. Porque esta luz reposa en los humildes de corazón, en los pobres de espíritu y sólo es rechazada por los altivos y orgullosos.
Juan continúa: “…Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios…”
A veces pensamos que nuestro corazón está muy sucio como para recibir la luz de Dios, o que nuestra alma está demasiado desordenada como para cobijar la vida de Cristo. Pero no debemos olvidar que Jesús nació en un inhóspito y simple establo de la pequeña ciudad de Belén, sin embrago ese día cambió la historia de la humanidad para siempre. De la misma manera, él desea habitar en el pesebre de una vida dispuesta, sólo él puede cambiar nuestra historia, no importa cuál sea, su luz se abre paso llenando y restaurando todo.
El profeta no podía contener la urgencia en sus palabras cuando hablaba a sus compatriotas mucho tiempo atrás diciendo: “…El pueblo que camina en oscuridad verá una gran luz. Para aquellos que viven en una tierra de densa oscuridad brillará una luz…”
Esta es nuestra esperanza. Y así como el Señor vino por primera vez para reinar en nuestros corazones, vendrá por segunda vez para reinar sobre el mundo. Estas son fechas muy propicias para agradecer, para ser sabios y humildes, para tener fe, para pedir que su luz ilumine nuestras vidas. La navidad es una oportunidad para recordar que todo se trata de él, se trata de la luz, se trata de Jesús.
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“Una luz brilló en la oscuridad. En la penumbra de un mundo roto se encendió la luz de Cristo, el Mesías prometido, el hijo de Dios viniendo como el hijo del hombre.”
“Estas son fechas muy propicias para agradecer, para ser sabios y humildes, para tener fe, para pedir que su luz ilumine nuestras vidas. La navidad es una oportunidad para recordar que todo se trata de él, se trata de la luz, se trata de Jesús.”
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