Amor Imparable
"para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios."
Efesios 3:17-19 (RV 1960)
El amor es fundamental en la vida de cualquier Discípulo de Jesús. Si queremos ser imparables definitivamente necesitamos aprender a vivir en el Amor Imparable. En este tema exploramos el concepto del amor inquebrantable y su relevancia en nuestras vidas. ¿Sabías que el amor humano es imperfecto? Pero hay algo asombroso: el amor de Dios es perfecto e imparable.
1. Necesitamos Aprender a Amar:
- Todos los sentimientos que experimentamos están conectados a nuestra naturaleza humana, que, como sabemos, no es perfecta. Originalmente, fuimos diseñados para amar, pero nuestra vieja naturaleza tiene actitudes egoístas. La buena noticia, es que en Cristo somos nuevas criaturas y el Espíritu Santo ha derramado del amor de Dios en nuestros corazones y ahora podemos amar con ese amor imparable.
- Aprender a amar es crucial. ¿Por qué? Porque abrirá grandes puertas de bendición en nuestras vidas. Es como desbloquear un superpoder: el poder de amar sin límites.
2. El Verdadero Amor Viene de Dios:
- Solo Dios puede enseñarnos el verdadero amor. ¿Por qué? Porque Él es amor por naturaleza. Imagina que el amor de Dios es como un abrazo eterno que nos envuelve y nos llena de plenitud.
- Conocer el amor de Cristo nos capacita para amar intensamente a los demás. Es como recibir una recarga divina de amor.
3. El Amor como Vínculo Perfecto:
- El amor perfecto nace de una naturaleza perfecta, y esa naturaleza solo se encuentra en Dios. Su amor es un regalo que nos llega a través del Espíritu Santo.
- Este amor trasciende los altibajos emocionales y las cualidades humanas. Es como un lazo indestructible que nos une a Dios y a las personas que nos rodean.
Al arraigarnos en el amor de Cristo, podemos experimentar la plenitud de Dios y vivir una vida llena de amor incondicional hacia los demás.
¡Seremos imparables amando con el amor imparable!
