Abraza tu propósito en Dios


Por: Josué Del Cid


“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.” (Efesios 2:10 NVI)

Este pasaje bíblico es maravilloso porque nos revela quienes somos, para qué y para quién fuimos creados. Nos muestra qué hay un plan en el corazón de Dios para nuestras vidas. Antes de formarnos en el vientre de nuestras madres, Dios nos conoció, nos llamó y nos apartó con un gran propósito, y debemos llevarlo a cabo ¡mientras tengamos vida!


Logramos descubrir y abrazar nuestro propósito cuando nos acercamos y anhelamos conocer más a nuestro Creador. El punto de partida es caminar con Dios cada día, todos los días. No hay forma de perdernos cuando le entregamos al Señor nuestra voluntad, para vivir haciendo su voluntad.

El Salmo 23 dice que nuestro Señor, el buen pastor, nos guía por sendas de justicia. Al transitar por esas sendas, veremos el propósito de Dios cumplirse en nosotros para la gloria de su nombre.

Para saber si estoy caminando en mi propósito es importante ver dónde están mis pies, hacia dónde se dirigen mis pasos, y quien está a mi lado ayudándome y guiándome hacia mi destino.

Imagina cómo quieres terminar tu carrera en la vida, piensa cómo quieres terminar peleando la buena batalla de la fe.

¿Quieres obtener la gran recompensa?

Cuando visualizamos la meta triunfando con Cristo Jesús a nuestro lado (en quien fuimos creados para buenas obras), podemos respirar profundo y recibir la fuerza sobrenatural para seguir haciendo la voluntad del Padre y para seguir abrazando nuestro propósito, sin desistir ni bajar los brazos ante las pruebas o el desánimo, porque sabemos que ya triunfamos con Dios.

“Hijitos, ustedes son de Dios y por esto ya han derrotado a los enemigos de Cristo porque el que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo.” (1 Juan 4:4 PDT)

Recuerda que tu propósito proviene de Dios. Por eso no te debe sorprender que encuentres resistencia u oposición, ¡Fuiste creado para buenas obras! Tus sueños, talentos, pasión y dones vienen de parte de Dios. Él los usará para que puedas marcar la diferencia en este mundo. Cuando caminas en tu propósito, en tus buenas obras resplandece la luz de Dios.

No hay nada más hermoso y gratificante que saber que Dios usará tu vida, y lo que depositó en ti para ayudar y bendecir a otros para Su gloria. Muchas cosas en este mundo pueden tratar de desenfocarnos de nuestra misión, hay circunstancias, palabras y hasta personas que pueden llegar a nublar nuestra visión.


Quiero recordarte lo que escribe el apóstol Pablo:

“Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.” (2 Corintios 4:18 NVI)

Lo visible es hacer mi voluntad y llevar a cabo mis deseos en este mundo. Lo invisible es aquello que hoy no puedo ver en lo natural, pero ya está en el corazón de Dios para mí. Para llegar a ver su plan hacerse realidad en mi vida, necesito creerle a Dios en cada paso que doy, escuchar su voz para tener certeza que aunque todo se vea difícil o imposible, Dios cumplirá su propósito en mí.

¡Qué alegría será llegar al destino con los brazos en alto y en victoria! Al final de la historia, habrás marcado la diferencia en este mundo, habrás sembrado lo bueno de Dios en muchos corazones, y al mirar atrás, no lamentarás ningún segundo que caminaste con Dios haciendo su voluntad.

  • ¿Puedes verlo hoy con los ojos de la fe?
  • ¿Puedes ver todo lo que Dios ha depositado en ti?
  • ¿Puedes ver que Él quiere que seas luz en un mundo que tanto lo necesita?

Si lo puedes ver, te pido que tomes un momento para poner tu vida, tus anhelos, tus sueños y talentos en las manos de Dios. Dile: “Heme aquí SEÑOR, hoy decido abrazar mi propósito en ti... Gracias por llamarme y poner tus ojos sobre mí, no lo merezco, ayúdame a serte fiel, ser obediente, a cumplir tu propósito donde sea, con quien tú quieras, y en el tiempo indicado por ti. ¡Me rindo a ti! ... Aquí estoy. ¡Envíame a mí!”

 1 Jeremías 1:5
2 Mateo 5:6
3 Salmos 138:8


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"Logramos abrazar nuestro propósito cuando nos acercamos para conocer más a nuestro Creador. El punto de partida es caminar con Dios cada día, todos los días. No hay forma de perdernos cuando le entregamos al Señor nuestra voluntad, para vivir haciendo su voluntad.”

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