¿Qué emprenderías hoy?
Por: Christian Falla
Si te asegurara que lo que hoy emprendes ¡ba a funcionar! ¿Qué sería?
Si, suena iluso y hasta me puedes mirar como loco; agregarás que no conozco tu contexto, me dirás las excusas o mejor las razones justificadas de por qué no has intentado, o que alguna vez lo hiciste y no funcionó. Pero si te despojas de todos esos prejuicios o argumentos y respondes a la pregunta con la convicción de que lo que te planteo puede ser verdad, ¿qué emprenderías hoy?
En la Biblia nos encontramos una historia de emprendimiento. Dios le dice a Josué: “Sé fuerte y valiente, porque tú serás quien guíe a este pueblo para que tome posesión de toda la tierra que juré a sus antepasados que les daría. Sé fuerte y muy valiente. Ten cuidado de obedecer todas las instrucciones que Moisés te dio. No te desvíes de ellas ni a la derecha ni a la izquierda. Entonces te irá bien en todo lo que hagas. Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas.” Josué 1:6-8 (NTV).
Josué fue testigo de milagros poderosos que hizo Dios por medio de Moisés y vio que Dios no se olvidaba de Su pueblo, pero también conocía de primera mano al pueblo desobediente y desagradecido. Josué emprendió en medio de un ambiente poco favorable. Ante la salida de su máximo líder tuvo que tomar la posta en medio de la zozobra que genera un cambio, tuvo que perseverar en medio de peligros de muerte, presenció milagros como el cruce del río Jordán, pero también le tocó lidiar con todo tipo de situaciones, que van desde estar metido en una ciudad donde todos lo querían matar (Jericó) hasta enfrentar las más desmotivadoras pérdidas (Batalla de Hai). Aun así, su propósito y el cumplimiento de sus sueños jamás se truncaron. Aunque el pueblo había perdido la esperanza, Josué logró llegar a Canaán, ese lugar que tanto habían esperado, la tierra prometida.
La Real Academia de la Lengua Española define perseverar como mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión. Y es que el emprendimiento debe estar acompañado de la perseverancia, la fe es un gran ejemplo, ya que la fe si no está acompañada de obras está muerta. Emprendimiento sin perseverancia es una ilusión, pero emprendimiento con perseverancia, es una visión.
¿Qué tienes en tu corazón para emprender? ¿Estás esperando el momento perfecto? Alguien dijo: Es mejor una acción imperfecta, que una inacción perfecta. ¿Lo intentaste una vez y no funcionó?, pues estas más cerca que la última vez que lo intentaste.
En nuestra Escuela, en Colombia, un día escuchamos a nuestros estudiantes, profesores y equipo hablar de cómo imaginaban la escuela en el futuro… Lo que dijeron de verdad nos abrumó: mejores instalaciones, convenios con universidades, rutas de profesionalización, invitados relevantes y hasta ser parte de la asociación más importante del país, y más.
Cuando oímos esto casi nos paralizamos, pero empezamos a trabajar con lo poco que teníamos. Hoy no lo hemos alcanzado todo, pero quienes hace cinco años se graduaron pueden ver unas instalaciones totalmente diferentes, alianzas estratégicas, convenios realizados, el último de ellos con la universidad pública a distancia más importante de profesionalización, y aún nos falta mucho, pero seguimos soñando cada día con mucho más.
Hoy es un buen día para que crezcas en la convicción de que si lo intentas, estarás más cerca. Si te aseguro que estarás más cerca de lo que sueñas… ¿Qué emprenderías hoy?
Christian Falla
Dir. Nacional | ICZ Colombia
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“Emprendimiento sin perseverancia es una ilusión, pero emprendimiento con perseverancia es una visión.”
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